miércoles, 27 de junio de 2012

Instinto

Anoche el hombre me dijo que estaba "chato" de dormir con nuestra hija. Me dolió el alma, me angustie montones. Por supuesto que no voy a sacar a nuestra princesa ahora de nuestra cama. Faltan dos meses para que nazca la que revolotea en mi vientre y no es, claramente, el minuto para hacer cambios tan importantes. Pero necesito de su apoyo. Necesito que este conmigo en esto, porque no se si puedo hacerlo sola.

Y me puse a pensar. A pensar desde cuando están en mi estas ideas, tan "locas". Me di cuenta que nacieron en mi el mismo día que parí a la mayor. Cuando ella llego al mundo, también llego al mundo mi ser mama. Y nació un instinto salvaje, que desde el primer día me llamaba a desafiar las normas de la clínica y no dejar a esa bebita durmiendo solita en la cuna de plástico, sino meterla a la cama conmigo. 

No sabía nada, de nada, pero mi instinto igual gritaba. Gritaba que le diera el pecho, que la tomara en brazos, que la meciera, que la consolara, que no la dejara llorar. Luche contra mi instinto, porque en el ambiente me decían que lo que estaba haciendo estaba mal, que le hacía un daño. Que *debía* dejarla llorar, aunque me doliera.

El conflicto de espiritu, de querer hacer lo correcto, de jamás querer causarle un daño a mi hija, pero encontrar que lo "correcto" establecido iba absolutamente en contra de mi, de mi persona, de cada célula de mi cuerpo, de esta mujer salvaje que se había desatado en el parto, fue doloroso y en extremo estresante.

No voy a volver a eso, no voy a volver a pelear conmigo, no me voy a angustiar yo y mucho menos a mi hija, por ningún motivo. Así que lo llame en la mañana. Le dije que lo había intentado, mandando links y artículos científicos sobre los beneficios del colecho y el daño que produce el llanto no atendido en los bebes. Le dije que yo había tomado una decisión, que realmente esperaba contar con él, con su apoyo y comprensión. Pero si no, al menos con el respeto. Que lo que hacía, lo hacía porque pensaba y sentía que era lo correcto.

El hombre me escucho en silencio y después me dijo: "bueno". Y por eso lo amo con locura :)


No hay comentarios:

Publicar un comentario